“La dificultad nunca es una falta de habilidad, sino de entendimiento”.– Kimon Nicolaides, 1941.
De acuerdo a Kimon Nicolaides (1941) “aprender a dibujar es en realidad aprender a ver –ver de manera correcta–, lo que significa mucho más que simplemente mirar con el ojo. “Ver” es observar utilizando los cinco sentidos tanto como lo permita el ojo. Si bien utilizas los ojos, no cierras los otros sentidos, sino todo lo contrario pues todos participan en la clase de observación que estás a punto de realizar“.
Eso significa que “es imprescindible poner a prueba todo lo que ves con todo lo que descubres por medio de los otros sentidos (oído, gusto, olfato y tacto) y la experiencia acumulada” (Nicolaides, 1941). En ese sentido el autor comenta que las leyes del arte son las mismas leyes de la naturaleza y que “sólo la comprensión de estas leyes permitirá al estudiante dibujar” (Nicolaides, 1941).
El contorno
Aunque los téminos silueta y contorno a menudo son utilizados como sinónimos, para Nicolaides existe una sustancial diferencia: Mientras la silueta “es un diagrama plano y en dos dimensiones” , es decir solo sigue a la vista, “el contorno posee cualidades tridimensionales; es decir, denota el grosor, el largo y el ancho de la forma” , en ese sentido, el contorno sigue al tacto.
“Es preciso imaginar que la punta del lápiz toca al modelo y no al papel, así se está permitiendo que el sentido del tacto sea el que guíe a la vista” (Nicolaides, 1941). En ese sentido Nicolaides recomienda que “sin quitar la vista del modelo se debe esperar hasta estar convencido de que el lápiz está tocando precisamente ese punto en el modelo que has fijado la vista” (Nicolaides, 1941). Otras recomendaciones para dibujar contorno:
- Es preciso desarrollar la habilidad de pensar en una cosa a la vez, comenzar por otorgar atención plena en un punto del modelo.
- Se dibuja sin mirar el papel y sin quitar la vista del modelo. No se debe dibujar mientras se observa el papel.
- En algún punto, el contorno se puede perder, en ese caso, “se debe observar de nuevo el papel para encontrar un nuevo punto de arranque. Este nuevo punto debe comenzar precisamente en el punto que se separó de la orilla”.
La expresión
Ahora bien, en el dibujo de expresión “no se debe dibujar cómo luce el sujeto, ni siquiera lo que es, sino lo que está haciendo” (Nicolaides, 1941). Por el contrario, “la expresión no posee bordes precisos ni forma definida. La forma existe en el cambio. La expresión es el movimiento en el espacio” (Nicolaides, 1941). Sin embargo, al igual que en el contorno, el dibujo de expresión también está ligado al sentido del tacto pues “en el dibujo de expresión sientes el movimiento de la forma en tu propio cuerpo”, es decir, “se debe ser capaz de sentir que tus músculos se inclinan o estiran, se tensan o relajan”, tal como siente el modelo. Algunas recomendaciones para el dibujo de expresión:
- No es recomendable comenzar por dibujar la cabeza.
- “Concentrarse en la figura completa y capturar la acción de inmediato (en los primeros cinco segundos debes realizar un trazo que indique cada parte del cuerpo en esa pose)”. En ese sentido, “se debe intentar sentir la forma completa como una unidad (unidad de energía o de movimiento)”.
- “Se debe confiar más en las sensaciones que en el pensamiento”.
En conclusión, según Nicolaides (1941) el dibujo de expresión se parece más a un garabato que a un impreso bien cuidado, lo cual está bien, pues “debes concentrarte más en el sentido que en la forma en que luce (…) aunque no lo sepas, estás desarrollando tu sentido de la proporción”.
Fuentes bibliográficas
Nicolaides, K. (2941). La forma natural de dibujar: plan de trabajo para estudiantes de arte / Kimon Nicolaides. Primera edición. México: Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Artes y Diseño, 2014.